El viaje místico III

A lo lejos Pablo pudo ver a una figura que se acercaba. Era un joven moreno de ojos verdes y expresión suficiente y santurrona que iba completamente desnudo con la excepción de una hoja estrategicamente situada.
-Hola
-Hola-contestó el tío que de parecía a Jesucristo- mira Pablo este es Adán. Adán este es Pablo.
-Me lo imaginaba de otra manera, más hebreo.
-Callate pecador, si estas aquí es para aprender una lección moral o arderás en las llamas del infierno.
-Tranquilo Adán. Pablo esta aquí porque esta flipando, entiendes, flipando, esta de tripi con sabor a mahonesa pasada.
-Paganos sacrílegos blasfemos... ¿Habeis visto a Eva?
-Sí, la vi hace un rato al lado de un manzano y me dijo que le estaba hablando una serpiente. yo no me quiero meter, pero deberías controlar un poco más las hierbas con las que cocina Eva.
Pero Adán ya no escuchaba y corría tremendamente alarmado para salvar a Eva del Demonio se sujetaba la hoja de parra.